Título: Los Pilares de Heracles.
Autor: Eduardo García.
Año: 2020.
Capítulo: "La caída de un imperio".
Capítulo anterior: "El señor de los mares".
Tienda: Los Pilares de Heracles.
CAPÍTULO TRES
"LA CAÍDA DE UN IMPERIO"
La Atlántida es parte de la mitología griega, por lo que, es bastante lógico que los antiguos griegos trataran de darle una explicación lógica a la catástrofe de los atlantes, pero, para ellos, la explicación que hoy llamamos lógica no era científica, sino mitológica, pues, en el pasado se creía que los desastres naturales eran provocados por la furia de los dioses con los hombres, por ello, se creó un mito para tratar de explicar por qué la Atlántida desapareció de un día para otro.
Se sabe que la tierra atlante, donde los elefantes andaban libremente, según Platón, tenía un sistema bien organizado de gobierno, sus diez reyes solían reunirse cada cierto tiempo con el propósito de tomar decisiones de manera conjunta y beneficiarse así mutuamente, no había quien irrumpiera las leyes, inmortalizadas en el esplendoroso templo de Poseidón en aquella isla, pero, nada dura para siempre.
Los males de las demás civilizaciones llegaron a la Atlántida para infectar a todos los reinos que la conformaban y provocar así, su perdición, pronto, los atlantes usaron todo su conocimiento para la guerra, creando las armas más mortíferas de su tiempo, el expansionismo atlante hizo crecer su dominio hasta África y Europa, pero, al intentar invadir la ciudad de Atenas, todo cambió.
No es de extrañar que los atlantes quisieran invadir la ciudad de Atenas, puesto que, estaba bajo la protección de la diosa Atenea, la eterna rival de Poseidón, el protector de los de la Atlántida, una guerra que debió haber tenido tintes apocalípticos, capaces de hacer estremecer a la propia tierra en donde se disputaban las batallas, pero, los atenienses estaban acostumbrados a la guerra, para poder mantener su hegemonía en la Antigua Grecia, los de Atenas tuvieron que librar unas cuantas guerras, pero, siempre salieron victoriosos gracias a la diosa de la sabiduría y la guerra estratégica.
Finalmente, Atenas derrotó al ejército de la Atlántida, un humillante revés para Poseidón, y el amor y protección del dios hacia su pueblo, se volvió en ira y odio, la sociedad había perdido su esencia, sus avances científicos y tecnológicos habían quedado atrás, todas aquellas maravillas de la Atlántida no serían más que un recuerdo de lo que fuere la sociedad perfecta, como quizá nunca se vuelva a ver, y después, en un mito más de los griegos.
De pronto, los atlantes empezaron a sentir leves sismos que fueron aumentando con gradualidad, muchos de los pobladores huyeron de la isla, burlando la muerte y la ira del dios de los mares, pero hubo quienes se quedaron en sus hogares, y la catástrofe llegó, los sismos se convirtieron en terremotos, tan fuertes que se los anillos de tierra y mar se mezclaron, el palacio se derrumbó y el mar retrocedió, olas gigantes llegaron a las costas de la isla, tan grandes que las montañas parecían simples colinas a su lado, la furia y poderío del mar cubrió toda la Atlántida sin dejar nada en la superficie, Poseidón había asesinado a su propio pueblo.
Pero no todos murieron, muchos sobrevivieron y se mudaron a otras partes del mundo para compartir sus conocimientos con los nativos y ayudarles a progresar en varios campos como el médico, astronómico, arquitectónico, matemático y otros más, dejando detrás de ellos un sinfín de referencias a su hogar, la Atlántida, que había sido destruida y devorada por el mar, puede que esas evidencias siempre hayan estado ahí, esperando a que alguien descubra su verdadero significado y nos muestre el camino hacia la ciudad perdida de la Atlántida.
Comentarios
Publicar un comentario