Título: La Titanomaquia.
Autor: Eduardo García.
Año: 2020.
Capítulo: "Las amazonas".
Capítulo anterior: "La manzana de la discordia".
Tienda: La Titanomaquia.
CAPÍTULO LXI
"LAS AMAZONAS"
En el actual territorio de Turquía tenía lugar un mítico pueblo habitado exclusivamente por mujeres, que pasaron a la posteridad por sus increíbles habilidades para la guerra y las artes, los hombres simplemente no tenían un lugar dentro de este pueblo, aunque se tratase de sus propios hijos.
Cuenta la leyenda que tal era su repudio para los hombres que, solamente una vez al año se juntaban con los varones para procrear a sus hijos, el resto del año no permitían que se les acercasen, mucho menos que la situación llegara a mayores, si el producto de la relación era un niño, las amazonas lo asesinaban o, en el mejor de los casos, le dejaban inválido para todos los días de su vida, pero, si era niña, recibiría la mejor educación de la época y entrenamiento militar.
Las amazonas estaban tan obsesionadas con la guerra que, para poder disparar mejor con sus arcos, se quitaban uno de sus pechos para no tener ningún tipo de desventaja contra los hombres en sus guerras, según varios escritores de la antigüedad, ellas serían las responsables de la construcción de ciudades tan importantes como lo fueron Esmirna y Éfeso, la primera de estas aún se encuentra en pie, siendo una de las más importantes del país turco, llamada ‘la perla del Egeo’.
Si algo caracterizaba al pueblo de las amazonas era su valentía y sagacidad, la reina de estas guerreras, Pentesilea luchó en la madre de las guerras en la sociedad de la Antigua Grecia, refiriéndonos a la guerra de Troya, ahí la reina peleó contra uno de los héroes más famosos de toda la mitología griega, el legendario Aquiles, pero no pudo obtener la victoria y fue asesinada, obligando a las amazonas a retirarse de la guerra para no volver a interferir.
Las guerreras amazonas tuvieron un lugar importantísimo en la historia, la más importante involucra al héroe griego más famoso de todos los tiempos, el imponente Heracles que, gracias a Hera, se vio obligado a asesinar a la entonces reina de las amazonas, Hipólita, hija del propio dios de la guerra, Ares.
Gracias a esto, se desencadenó una sangrienta guerra en la ciudad más importante de ese tiempo, Atenas, en donde los protegidos por Atenea se llevaron la victoria sobre el legendario pueblo de guerreras, batalla que pasó a la posteridad y está presente en varias representaciones artísticas en las antiguas edificaciones de la capital de Grecia.
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