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Los Pilares de Heracles | Capítulo IV

   Título: Los Pilares de Heracles.

Autor: Eduardo García.

Año: 2020.

Capítulo: "Todos los caminos llevan a Egipto".

Capítulo anterior: "La caída de un imperio".

Tienda: Los Pilares de Heracles.

CAPÍTULO CUATRO

"TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A EGIPTO"

Una gran catástrofe destruyó la ciudad perdida de la Atlántida, pero muchos de los pobladores de los diez reinos que la conformaban alcanzaron a escapar del cruel destino que les esperaba, de acuerdo con varias hipótesis, los ciudadanos atlantes habrían emigrado a varias partes del mundo, entre ellas estuvo la que hoy consideramos como una de las más relevantes de toda la historia conocida de la humanidad, Egipto.

Los ciudadanos atlantes se habrían desplazado hacia el continente africano, por ser el más cercano a los atlantes del este, se asentaron en el Antiguo Egipto, pero, en aquel entonces no era como lo conocemos hoy en día, sin duda alguna, lo primero que se nos viene a la mente cuando pensamos en Egipto son sus espectaculares pirámides, monumentos y faraones, pero, hace miles de años, cuando los atlantes llegaron a este pueblo, no existían todas estas maravillas.

Antes de su caída, la Atlántida se extendió hasta Europa y África, ocupando lugares de Egipto, muy cerca del territorio de la Antigua Grecia, pueblo con el que los atlantes tenían una estrecha relación, por lo que, después de la tragedia, Egipto habría sido una estupenda opción para los atlantes que no pertenecían ni aquí ni allá.

Según el mito, el pueblo atlante era el más avanzado de su época, sus conocimientos y habilidades simplemente no tenían comparación, eran verdaderos genios, especialmente para las ciencias, la arquitectura y las bellas artes, cualidades que los sobrevivientes llevaron consigo al Antiguo Egipto, ayudándoles a progresar y construir esos fantásticos templos y tumbas que caracterizan a la tierra del Nilo.

Resulta difícil creer que un pueblo no tan avanzado, como el egipcio, haya sido capaz de construir edificios tan complejos como lo son las pirámides, pues, se debe de tener un amplio conocimiento matemático y arquitectónico para construir tumbas que lo resistan todo, tan fuertes que ni los terremotos sean capaces de destruirlos, las hipótesis sostienen que los egipcios recibieron ayuda para adquirir todo este conocimiento y mano de obra necesaria para construir sus edificios, pero esa ayuda no vino del espacio exterior ni mucho menos, vino de un pueblo que tenía más conocimiento que ellos, pero que su hogar, la Atlántida, quedó sepultado por una catástrofe natural, que en la antigüedad se le atribuyó al dios griego de los mares, Poseidón.

En su tiempo, la Atlántida fue la envidia de los demás pueblos, sus avances tecnológicos y científicos no se podían ver en otra parte que no fuera en la isla de anillos de tierra y mar, cuando la Atlántida se esfumó de la faz de la tierra, su legado no quedó sepultado bajo la roca volcánica y el mar, la verdadera riqueza, el conocimiento, persistió y alcanzó lugares tan lejanos como nunca se imaginaron los propios atlantes.

Las pirámides egipcias no son solamente bonitos edificios, tienen un significado verdaderamente profundo, los científicos e investigadores no terminan de comprender cómo es que los egipcios fueron capaces de construirlas con tanta precisión, puesto que, las pirámides de Guiza, las más conocidas del Antiguo Egipto, están alineadas con las tres estrellas que conforman el cinturón de Orión, que tiene un especial significado en la mitología griega, recuerda esto, que será de gran utilidad más adelante.

A simple vista, podríamos pensar que las pirámides de Guiza no son más que un montón de piedras apiladas unas tras otra, si piensas así, déjame decirte que no podrías estar más equivocado, pocos edificios en el mundo guardan tantos misterios, secretos y complejidades como lo son las pirámides egipcias, características que se repiten en otras partes del mundo.

Hoy en día, no tendríamos ningún problema en edificar pirámides como las que construyeron los egipcios hace miles de años, y ahí está la primera pregunta ¿cómo es que los egipcios pudieron hacerlo sin la tecnología y conocimientos de nuestros días? A decir verdad, es una pregunta sin respuesta, hay muchas especulaciones al respecto, pero la verdad nunca la sabremos, el misterio de Guiza ha puesto a pensar al respecto a un mar de científicos, historiadores, investigadores y curiosos.

Las pirámides tienen dentro de sí una interesante red de cámaras funerarias para el rey y la reina, compartimientos, vestíbulos, entradas, salidas, túneles y pasillos enormes, pozos e, inclusive, una cámara subterránea, el material que usaron los egipcios para construirlas fueron grandes bloques de piedra, y aquí está otro problema, para obtener la piedra con las que fueron erigidas las pirámides, los egipcios tuvieron que hacer un esfuerzo monumental, puesto que, esta piedra estaba a más de novecientos kilómetros de Guiza, la misma distancia que separa a Londres de Berlín ¿puedes imaginarlo? El trabajo se hace aún más pesado si tomamos en cuenta que los egipcios no conocían la rueda en ese entonces, por lo que, trasladar los bloques de piedra y después su colocación en la Gran Pirámide de Keops fue todavía más complicado, ellos en cambio usaron trineos de madera para transportar los enormes bloques que pesaban toneladas.

Movilizar esos enormes bloques de piedra debió necesitar de muchísimos hombres que, seguramente, terminaron por morir en el trayecto hacia Guiza, para ello, los egipcios tuvieron que idear algún tipo de tecnología para poder movilizar esos miles de bloques de piedra hasta la Necrópolis de Guiza, supongamos que los bloques ya están en donde el arquitecto del faraón quería, después, tendrían que pulir los bloques para que se adecuaran a las necesidades del proyecto y subir esas enormes piedras hasta una altura de más de ciento cuarenta metros, un trabajo nada sencillo.

Es por esto que los estudiosos han llegado a la conclusión de que los antiguos egipcios recibieron la ayuda necesaria para edificar las pirámides y los demás edificios y esculturas que se han descubierto por todo lo largo y ancho de Egipto, los atlantes sí habrían tenido todo el conocimiento necesario para poder construir las famosas pirámides y monumentos del Antiguo Egipto, conocimiento que no habrían tenido los egipcios hasta la llegada de los atlantes, dado que, según Platón, la arquitectura de la Atlántida era por mucho la más avanzada, gracias al gran conocimiento que tenían sus constructores.

La hipótesis sugiere que, por su conocimiento, los atlantes habrían llegado a Egipto para convertirse en la máxima autoridad, los legendarios faraones, y habrían compartido todo su conocimiento con los nativos, de acuerdo con varios científicos, los jeroglíficos egipcios no solamente hablarían sobre los dioses de la mitología egipcia y los faraones de aquel entonces, sino también hablarían del pueblo perfecto de la Atlántida, de hecho, en la Gran Pirámide de Keops hay un escrito que nadie ha sido capaz de descifrar.

Siglos atrás, el sultán árabe, Al-Mamun, ordenó la excavación de la entrada original de la pirámide, que actualmente no es la misma por la que los turistas tienen acceso al interior de la pirámide, ahí, en la entrada original, las piedras parecen tener la forma un trono, lo más extraño es la inscripción que está tallada en la piedra, compuesto por cuatro caracteres, un símbolo que se asemeja a la letra “v”, seguido de un círculo dividido a la mitad por una línea horizontal, después, tres líneas horizontales y, finalmente, un segundo círculo, dividido en tres partes por dos líneas verticales.

Un verdadero enigma, que no coincide con los jeroglíficos egipcios, símbolos completamente distintos, un lenguaje desconocido para el hombre, quizá, el idioma usado en alguna civilización que aún no ha sido descubierta, los egiptólogos han dicho que, puede tratarse de un acto de vandalismo, pero, desde hace muchos años, está estrictamente prohibido escalar la pirámide, y la entrada está a una altura de 16.5 metros desde el suelo, lo que hace poco probable que se trate de vandalismo.

Para muchos, las respuestas a todas las preguntas sobre la Atlántida y sus sobrevivientes, así como su conexión con el Antiguo Egipto no está debajo del mar o en algún lugar inaccesible, la respuesta habría estado siempre a la vista, debajo de la Gran Esfinge, que, según los historiadores, habría sido construida hace al menos dos mil quinientos años antes del nacimiento de Jesucristo, casi al mismo tiempo en que construyeron las pirámides de Guiza.

Las pirámides y la gran mayoría de los edificios del Antiguo Egipto tienen una característica en común, sus cámaras subterráneas, que por sí solas lucen como un verdadero dolor de cabeza para sus arquitectos y constructores, considerando que el techo pesa miles de toneladas y no se disponía de tecnología avanzada para ello, la Gran Esfinge de Guiza también posee una cámara subterránea como lo tienen las pirámides, ahí estarían todas las pruebas del paso de los atlantes por Egipto y su gran ayuda a los nativos, pero lo más importante, contienen la respuesta a la gran pregunta ¿en dónde está la Atlántida y qué le pasó?

Si la respuesta podría estar tan cerca ¿por qué no abrir la cámara subterránea de la Gran Esfinge? No es posible, ciertas personas, organizaciones y gobiernos han impedido que se investigue más al respecto, eso ya queda a tú consideración, lector, justo en frente del monumento está una antigua tabla que describe cómo es la Gran Esfinge por dentro, y sí, efectivamente habla de una cámara subterránea.

Kilómetros al sur de Guiza, se levanta un imponente templo, el mejor conservado de todo el Antiguo Egipto, está dedicado al dios Horus, un dios primordial de la mitología egipcia, en las paredes del templo están tallados jeroglíficos que cuentan historias, como en la mayoría de los templos y tumbas de Egipto, en ella se encuentra la historia de una isla perdida, jamás encontrada, pero que, según los antiguos egipcios sí existía, compartiendo grandes similitudes con la Atlántida de Platón o, quizá, es solamente una coincidencia.

Pero, según el propio Platón, el origen de su mítica ciudad perfecta de la Atlántida no tiene sus orígenes en Grecia, sino en el Antiguo Egipto, la verdadera historia de la ciudad perdida no correspondería al filósofo griego, sino a los sacerdotes egipcios, que eran considerados como los más sabios, quienes conocían secretos reservados para ellos, nadie más podía saber los mismos secretos que sí conocían los sacerdotes, característica que compartían la mayoría de las civilizaciones de la antigüedad, no limitándose únicamente al Antiguo Egipto.

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